Como tantas cosas de la vida se nos presentan sin pedir permiso, simplemente aparecen con una fuerza que no la podemos negar y solo podemos preguntarnos qué hacer con ello, la pandemia que nos afecta ha resultado algo así.
Hoy tenemos que usar la distancia física (mal llamada distancia social), se ha parado el trabajo grupal, el comercio, las reuniones sociales, todo. Es así que en el tema de la salud no podemos requerir la presencia de otro que nos asiste en forma presencial salvo en casos imprescindibles.
La Telemedicina ha surgido con toda la fuerza de la crisis y con ello en el campo de la salud mental la Telepsicologia (la mal llamada Terapia Online).
El chat, la video llamada, el mail, las mensajerías de las redes sociales son los nuevos canales por donde a través de ese bien inapreciable de la humanidad que es el lenguaje, las palabras, comunicamos a un otro nuestras ansiedades, nuestras angustias, en fin, nuestros pesares.
En noviembre del año pasado, 2019 en el Congreso Iberoamericano de Ciberpsicologia debatíamos y analizábamos como difundir el uso de la Telepsicologia entre los profesionales a lo largo del mundo.
No solo nada de eso hoy se ha vuelto necesario, ni siquiera difundirlo en los posibles usuarios de la comunidad en general. Hoy todos trabajamos a través de internet, nuestra práctica profesional se ha vuelto 100% a través de la red.
A pesar de lo viejo de esta aseveración nada más cierto ni actual: la realidad supera la ficción. Nadie podía imaginar en esos días lo que estaba por suceder.
Como tantas cosas que nos sorprenden nos encuentran mal parados. Esta no sería la excepción. Profesionales con escaso o nulo entrenamiento en la asistencia psicológica por este medio, poco desarrollo de los recursos tecnológicos adaptados. Me refiero que si bien la tecnología esta, es necesario adecuarla a la especificidad de la atención psicológica para garantizar los principios éticos y científicos de nuestra labor como profesionales de la Salud Mental.
Una comunidad que no está instruida ni familiarizada con la recepción de la terapia psicológica por medio de internet agrega dificultades al momento.
Hemos introducido e instalado en los profesionales y en los usuarios la necesidad de una Telepsicologia (nombre apropiado a esta práctica) que se instituya con una legalidad, un respeto y una aceptación que sea la misma que se le ha dado a la terapia psicológica presencial.
Es nuestra responsabilidad como profesionales de la salud afinar, desarrollar y mejorar esta maravillosa herramienta que es la Telepsicologia. Son los medios periodísticos los que deben junto a nosotros promover la educación de la población en el uso apropiado de esta modalidad de asistencia en Salud Mental.
Es hora que los Colegios de Psicólogos reconozcan oficialmente y sin pelos en la lengua, la validez, cientificidad, seriedad y utilidad de esta modalidad terapéutica. Asimismo, que promuevan la creación de plataformas donde los psicólogos puedan realizar su práctica profesional por internet pudiendo garantizar a los clientes/pacientes la confidencialidad de la información personal, la bondad de una sesión sin interrupciones ni fallas técnicas (condiciones indispensables para lograr el buen éxito del trabajo profesional).
Es a su vez necesario que los organismos de salud, las obras sociales sindicales y privadas creen el marco adecuado para el reconocimiento, convalidación económica y cobertura de las sesiones por internet de la misma forma que se brinda para las sesiones presenciales.
Hoy vemos una enorme cantidad de arbitrariedades por parte de obras sociales para el reconocimiento de esta práctica, rayando en el prejuicio y la arbitrariedad. Tenemos que dar la tolerancia necesaria por la emergencia en la que estamos inmersos y la abrupta introducción de esta modalidad terapéutica. Aunque ello sea algo a solucionar a la brevedad y en forma urgente, es necesario que los profesionales a través de sus Colegios junto con los Organismos de Salud y las Obra Sociales acuerden un protocolo de prestación de esta modalidad partiendo de lo ya existente en otros países que atesoran una mayor experiencia en ello.
Solo una crisis sanitaria de la magnitud que estamos viviendo puede ponernos al descubierto la necesidad de disponer de modalidades asistenciales que tengan al mismo tiempo la flexibilidad y la rigurosidad que se necesitan. Personas que demandan atención desde la mayor lejanía, desde los lugares más curiosos, con restricciones tecnológicas que nos limitan la modalidad de trabajo, todo se asemeja a los médicos que en el frente de batalla atienden a los heridos en hospitales de campaña donde deben adecuarse a innumerables condiciones diferentes a las de sus prácticas médicas habituales.
No podemos ni debemos volverá la vieja normalidad (aunque estemos hablando solo de dos o tres meses para atrás. Todos sabemos la doble acepción de la palabra crisis: Perdida de un antiguo equilibrio y oportunidad de un cambio hacia algo mejor. La práctica de la Telepsicologia vino para instalarse y poder brindar oportunidades a miles de personas. Es nuestra obligación como profesionales de la salud mental cuidarla, hacerla crecer y adecuarla para que todos puedan acceder a ella en condiciones seguras y científicas.
Autor: Mgs. Hugo Amengual
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